Según fuentes del oficialismo, una quita de subsidios ubicaría los precios de la nafta en torno a los $900 o $1000 por litro, en línea con la actual cotización del dólar paralelo.
De cara a las elecciones generales del próximo 22 de octubre, desde el Gobierno quisieron mostrar los efectos de un escenario “sin subsidios”, al tiempo que definen las políticas del propio espacio como “acordes a la inflación y a la realidad del poder salarial de los argentinos y de las argentinas”.
En este sentido, la secretaria de Energía, Flavia Royon, señaló que, ante un eventual triunfo de los libertarios, los precios de los combustibles podrían dispararse, si se tienen en cuenta tres factores clave: la brusca devaluación que se necesita para dolarizar, a un tipo de cambio que todavía no se conoce; el atraso de los impuestos a los combustibles, que se encuentran congelados; y la brecha entre los precios locales y los internacionales.
Sobre este último punto, Royon destacó que “hoy los precios internacionales están altos y con mucha incertidumbre por el contexto mundial por el conflicto en Israel y en Medio Oriente y cómo puede afectar esto a los valores del petróleo a nivel internacional”.
Además, en apoyo a la fórmula de Unión por la Patria, la secretaria señaló: “El ministro Massa siempre tuvo una política. Los recursos son argentinos y los costos asociados a los recursos están en pesos. Entonces, que los valores de los combustibles en el mercado interno tengan un correlato con la realidad inflacionaria”.
Según fuentes del sector, una quita de subsidios ubicaría los precios de la nafta en torno a los $900 o $1000 por litro, en línea con la actual cotización del dólar paralelo.
En ese sentido, remarcó que si el oficialismo gana las elecciones “no va a haber incrementos bruscos de tarifas. Inclusive para el usuario que hoy está pagando el costo pleno de la energía, como la industria o el segmento de altos ingresos, van a tener una leve disminución del precio de la tarifa. Y será aproximadamente del 6%”, concluyó.
Fuente Filo News
